El centro de entretenimiento en esta época cuando se escribe este artículo, es sin duda el Mundial de Fútbol en Qatar.
Pero el centro del entretenimiento diario en nuestros hogares es la sala de estar, donde el punto de atención es el televisor.
Es que este aparato para ver imágenes en movimiento además de su respectivo sonido, ha acaparado la atención de todos los que vivimos en un hogar desde el mismo momento de su invención y hasta la fecha no existe otro invento que venga a reemplazarlo. Ni siquiera la computadora o los teléfonos inteligentes, han podido arrebatar a este invento, la magia de reunir a la familia en torno suyo.
Es que el televisor no ha podido ser desplazado como centro no solo del entretenimiento, sino también, de la información y hasta de la educación de los miembros del hogar.
Pero el centro de entretenimiento, no es solo el punto de encuentro de la familia, sino que en países como Perú, se denomina de esta manera al mueble donde se pone el televisor los mismos que son hechos de una variada gama de materiales y formas que solo la fantasía pone límites.
Estos muebles son adecuados a los diferentes tamaños y pesos de los televisores y pueden ser complementados con otros accesorios como cajones u otro tipo de aditamento, para otorgarle a este mueble una mayor utilidad.
En algunos casos se puede encontrar este tipo de muebles, complementados con espacios para poner otro tipo de dispositivos electrónicos o hasta incluso libros o adornos.
En otros casos, este mueble, puede cubrir toda la superficie de atrás del televisor, para dar un aspecto de mayor amplitud en la decoración de la sala de estar.
En pocos casos, este mueble viene con ruedas para poder ser trasladado de una manera segura a otros lugares del hogar.
Debemos señalar que este útil mueble recibe diferentes nombres en diferentes países, por ejemplo modular, armario, bandeja de televisión, soporte de tv, etc.
Sea como sea que se llame, este mueble es uno de los más importantes en el hogar, porque sostiene el aparato más apreciado de todos.
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