La fiesta más celebrada especialmente por los bolivianos es el carnaval, pues provee de 3 días feriados de intensos festejos, con abundante consumo de bebidas espirituosas y derroche de dinero aunque prestado para poder cumplir con las exigencias de las comparsas y mostrar que es uno más, que puede cumplir.
En el eje central las exigencias pasan por tener más de $us. 3.000 para alcanzar a salir en la entrada con el traje exigido y pagar las noches de diversión en el local donde se divierte la comparsa. Tarija es una plaza más barata desde luego, con muy pocos pesos uno se puede divertir hasta el cansancio.
Claro que se compensa con los feriados que ofrece, desde el jueves de comadres hasta el martes de albahaca se tienen 5 días de olvido de la realidad, hasta llegar al miércoles sin saber cuándo se deben reintegrar a sus actividades cotidianas.
El Carnaval nació en la vieja y lejana Babilonia, que instituyó la fiesta para mantener adormecidos a los ciudadanos que exigían la renuncia de la reina Semiramis, por considerarla innoble para ocupar el cargo dejado por su esposo, y casarse esta, con su propio hijo, entonces en un principio la fiesta tenía el fin de adormecer por medio del alcohol y la entrega de doncellas seleccionadas por el reino, para el disfrute sexual del pueblo. La fiesta tenía duración de 30 días en ese entonces.
El imperio romano, la adquirió y fue impuesta a todos los pueblos que sojuzgaba en su loca carrera de conquista del mundo, claro que fue reducida a una semana, pero con las mismas características.
La fiesta fue pasando a través de los años de generación en generación transmitiéndose a los pueblos con diferentes características, hasta que llegó a nuestro continente con los conquistadores de a caballo y armadura, pero también con sus vicios y defectos respaldando el carácter de los ancestros que generaron una raza mestiza con esas características.
Hoy la fiesta fue restringida a tres días, pero con el mismo derroche de consumo de bebidas alcohólicas y desenfreno despiadado en tres días feriados que sólo le reditúan al país, malas consecuencias como ocurrió con la perdida de las costas marítimas, las que después de más de 100 años no pueden volver a manos de los bolivianos, solamente por festejar el Carnaval.
Pero también después de los carnavales hay otras perdidas, como gobiernos que se despiertan con un nuevo presidente, familias que se encuentran con el dolor de la pérdida de un ser querido, suplantaciones en diferentes ámbitos y otros más.
Estos carnavales quien inventaría… dice una copla, y verdaderamente se debería pensar en el inventor de la fiesta. Hay países que la eliminaron de su calendario como Estados Unidos y Europa y fueron restringidos en otros países y continentes, además de estados de países federales.
Finalmente las consecuencias están ocultas detrás de una máscara, porque, en la noche del Carnaval todo vale y dice la leyenda que por eso se ponen máscaras.
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