Los seres humanos de la actualidad, por lo general, somos personas racionales, equilibradas y armónicas…Hasta que sucede algo inesperado y que escapa a ese esquema se seguridad, racionalidad y equilibrio.
Y no estoy hablando de trivialidades, sino me refiero a hechos que eventualmente podrían suceder como el enamorarnos perdidamente de alguien, perder a un ser querido, no poder obtener el objetivo que tanto anhelamos, problemas en el trabajo, etc.
Estos sucesos que escapan a nuestro control, nos hacen acudir a alternativas que quizá no las habíamos contemplado anteriormente, como la parapsicología, la astrología y otras formas menos convencionales de comprensión de la nueva realidad, especialmente para tratar de visualizar el futuro que nos espera.
La videncia es uno de estos recursos para tratar de auscultar el futuro y su relación con nuestra vida.
A lo largo y ancho de casi todos los países del mundo y en las diversas culturas, se cuentan con personas que de una u otra manera, ejercen la videncia.
En Europa por ejemplo, es tradicional esta labor entre los gitanos leyendo las cartas; en América esta tarea la hacen los “yatiris” interpretando como caen las hojas de coca; en África, los “brujos” se encargan de ver el futuro descifrando las vísceras de ciertos animales y así sucesivamente.
Sin embargo, como lo hacen las diferentes ramas de la ciencia, esta técnica también se va modernizando. Ahora por ejemplo, las mejores videntes de España, se encuentran en línea atendiendo por teléfono.
Uno de los temas más recurrentes para consultar con un vidente, se refiere al amor. Para estos casos, también existen consultas del tarot del amor con videntes sin gabinete, es decir que se puede hacer la consulta, ya sea por teléfono o por medio de la red internet.
Con esta facilidad que existe hoy en día para consultar el futuro que nos espera, sería un desperdicio de recursos el no hacerlo, en especial, si racional y convencionalmente no encontramos las respuestas a nuestros problemas.
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