Cabe recordar que en EE.UU. un periódico provocó la caída de un presidente (el caso Watergate y la caída de Richard Nixon), la pregunta es saber si el presidente boliviano está jugando a este tipo de acciones cuando toma medidas como las que refleja la prensa nacional.
La policía boliviana activó el cerco policial a la plaza Murillo y llegó a gasificar a periodistas de la ciudad de El Alto en su intento de ingresar a “Kilómetro Cero”. Trabajadores de prensa de La Paz y El Alto realizaron una movilización de protesta en la sede de gobierno a pesar del fuerte operativo que activó la policía boliviana para evitar el desarrollo de esta movilización en la plaza Murillo. Los comunicadores rechazan la demanda interpuesta por el Gobierno contra la Agencia de Noticias Fides (ANF) y los periódicos “Página Siete” y “El Diario” por reproducir un discurso gubernamental. La Policía instaló barreras de seguridad en cuatro esquinas del perímetro exterior de Plaza Murillo como solía ocurrir en el régimen de Hitler de la Alemania Nazi, desde las 6:00 am, y un numeroso contingente controlaba que sólo ingresen funcionarios públicos con su respectiva credencial.
El Ministro Carlos Romero, como todos los ministros minimizó el cerco y echó la culpa a los policías, “Pueden entrar a Plaza Murillo, lo que hemos pedido es que hagan un control de ingreso, nada más, no es cierto que impidan el ingreso, hemos ofrecido una conferencia de prensa, estuvieron 20 medios, me informaron que algunos no estuvieron presentes, bueno lamento si hubo un mal entendido. La instrucción fue muy clara; que se haga un control del ingreso a la plaza, no que se restringa el control de la plaza. Si alguien les impidió ingresar efectivamente pues les presentó mis excusas, voy a pedir un informe para saber que sucedió”, dijo Romero en puertas de Palacio Quemado.
Los periodistas marcharon a pesar de la oposición policial, el secretario ejecutivo de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Prensa, Ramiro Echazú afirmó que el Gobierno busca “avasallar” la Ley de Imprenta y “autocensurar” la labor de los medios de prensa, mediante la denuncia interpuesta ante el Ministerio Público contra la Agencia de Noticias Fides (ANF), los periódicos Página Siete y El Diario.
Por otra parte, La ANP en caso que no prospere la acción legal ante el Tribunal Constitucional recurrirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Entretanto una fiscal puso en marcha hoy el “proceso penal” contra “Página Siete”, “El Diario” y Agencia de Noticias Fides (ANF) por la nota publicada el 15 de agosto pasado sobre un discurso del presidente Evo Morales, que a juicio del Gobierno incurrió en el supuesto delito de “difusión e incitación al racismo o la discriminación”.
En este marco, la Defensoría del Pueblo mediante un comunicado oficial pidió que los periódicos Página Siete, El Diario y la Agencia de Noticias Fides (ANF), enjuiciados por el gobierno de Evo Morales por presunto hecho de “distorsión”, sean procesados en el Tribunal de Imprenta.
Este es el panorama que se vive en estos días de tensión cuando el gobierno nacional pretende introducir en un proceso penal a los tres medios señalados, cuando lo que corresponde es un proceso bajo la Ley de Imprenta. Pero es necesario recordar que el presidente boliviano “Le mete nomas, después los encargados de arreglar el entuerto, son los abogados, que para ello estudiaron. Solo recomendamos tomar en cuenta el papel que desempeña la prensa en este estado plurinacional, que cada vez se parece más a Ecuador, Venezuela y finalmente seremos la Cuba pequeña, cuando solamente podamos ver canal 7 Bolivia Tv, oír la Red Patria Nueva y Leer el periódico Cambio, como ocurre en el país caribeño, hacia allí nos apuntan los pasos.
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