Algunas veces los errores son tan grandes, que dudas en pedir perdón, pero nunca es tarde para hacerlo.
El día que tu aprendas a perdonar tus propios errores, podrás perdonar a quien más te ha herido, y comprenderás que tal vez mas daño hiciste tú y ese alguien aún no te ha perdonado.
Los sueños y la perseverancia son una poderosa e irrefrenable combinación.
Quien se olvida de sus amigos, se olvida de su pasado; pero pierde un poco de su futuro…
El carácter no se desarrolla en la serenidad y la tranquilidad. Solo a través de experiencias de sufrimientos podemos fortalecer el alma, aclarar nuestra visión, obtener inspiración para nuestras ambiciones y alcanzar el éxito.
El peor enemigo del hombre es el dinero…pero es con el que más disfruta.
Cuando en la vida te encuentres haciendo algo que sabes es malo y te este saliendo bien, es motivo de preocupación, porque tarde o temprano descubrirás el horror que hay detrás de todo lo que hiciste o provocaste.
En la vida hay un tiempo para todo, para nacer, para admirar todo lo hermoso que nos rodea, para aprender de nuestros errores, para llorar y para sonreír, lo importante es que no nos adelantemos y sepamos esperar por cada uno de esos momentos.
Ningún viento es favorable para quien no conoce el puerto al que quiere arribar.
Considera los problemas como una parte inevitable de la vida y repite las palabras más estimulantes que hay: “Esto también pasará”.
Las personas que se abren camino en el mundo son las que buscan las circunstancias que necesitan y, si no las encuentran, las crean.
Déjate llevar por los sentimientos pero no te vuelvas esclavo de ellos.
Lo que te define no es lo que haces, sino la forma de como te levantas después de caer…
La vida es como un juego de naipes, en la cual te dan cartas buenas y cartas malas. Algunas veces no tienes las cartas que te hubiese gustado tener, pero lo primordial no es cuantos naipes, ni que tan buenas cartas tengas en determinados momentos de la vida, sino que tan bien sepas jugar esas cartas en esos determinados momentos.
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