José Gramunt de Moragas
El lema que encabeza este comentario fue adoptado por los ejércitos cuando la noble arma de la caballería tuvo que dejar en sus cuadras a sus briosos corceles y montarse en ruidosos vehículos blindados. Ese lema fue proclamado de nuevo en la 42 Asamblea de la OEA por los presidentes de Bolivia y de Ecuador. Su decisión es renovar o suprimir la OEA por estar “al servicio de los EEUU”. De acuerdo con el mandatario Evo Morales, “¿Cómo cambiar a la OEA?… Hay dos caminos: muere al servicio del imperio o renace para servir a los pueblos de América”.
Uno de los temas de la agenda de Tiquipaya fueron los Derechos Humanos. El Secretario General de la OEA recibió durante una hora y media a los campesinos originarios (auténticos) del TIPNIS, quienes le expusieron las violaciones de esos derechos que sufrieron por parte del Gobierno. Tales como la brutal represión perpetrada en Chaparina, Yucumo, por órdenes superiores, y recientemente el corte del suministro de agua a los sedientos caminantes. El lunes, la Policía impidió que los representantes originarios ingresaran al recinto de la asamblea. Pero ni esto ni el lucero del Alba podrán disuadir a Evo de construir la carretera de la discordia.
El fogoso Rafael Correa denunció que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA está “dominada por países hegemónicos” y sometida a la “influencia desproporcionada e ilegítima” de organizaciones no gubernamentales de derecha que defienden los “intereses del gran capital” que están detrás de los medios de comunicación”. El Mandatario ecuatoriano persistió en sus ataques a la prensa libre. Éste es uno de otros tantos parecidos del “antiprensa” Correa con el anfitrión Evo Morales y el ausente Hugo Chávez.
Correa presumió de estar “transformando nuestra democracia de plastilina (sic) en democracia real”. Y, aún cuando reconoció que la Comisión de Derechos Humanos de la OEA cumplió a lo largo de su historia un “papel de inmenso valor” en contra de los “gobiernos despóticos y las dictaduras, ahora trata a los gobiernos democráticos peor que a las dictaduras y a los países que apuntalaron a las dictaduras”. Asimismo, recordó que la CIDH no se pronunció sobre el colonialismo vigente en el continente, y puso por ejemplo el embargo a Cuba. También le tocó su turno a lo que llamó el “oenegecismo”, que es un “serio riesgo” para las democracias, porque “las organizaciones no gubernamentales están financiadas por la derecha y juegan un rol político”, declaró el embalado ecuatoriano.
Acerca de la soberanía alimentaria habrá que recordar que el Creador dotó a los países de América de una gran riqueza y variedad de productos alimenticios. Pero muchos de sus gobernantes priorizaron sus ansias de reelección indefinida, por encima de la gestión de las economías agropecuarias y agroindustriales. Esos gobiernos no tienen pues excusa si persiste el hambre, la pobreza y la ignorancia en sus propios países.
No podría dar por terminada esta breve relación sin mencionar alguna de las manifestaciones del canciller David Choquehuanca. Por ejemplo, la que sigue: “El año 2012 viene cargado de energías que nos convocan a los seres humanos para que volvamos al camino del equilibrio” (…) “El calendario maya nos señala que después de este año vamos a entrar al no tiempo, al equilibrio. Estamos viviendo el fin del no tiempo” Pues bien, he consultado a la voluminosa Macropaedia de la Encyclopaedia Britanica (19 tomos) y a Wikipedia, y no encontré explicación alguna a esta original cosmovisión.
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