Mery Vaca @meryvaca
Mi corazón patriota me manda a creerle al presidente Evo Morales cuando dice que Chile está nervioso por las acciones bolivianas en torno a nuestra centenaria demanda marítima. Pero, a la hora de la verdad y a la vista de algunas reacciones, se impone mi razón y no dudo en pensar que el que está nervioso es el presidente Morales y que el segundo nervioso del país es el canciller David Choquehuanca.
Cada vez que escuchan a los periodistas decir la palabra Chile, el Presidente y el Canciller reaccionan con ironía, irritación, con desagrado y hasta con hostilidad.
El presidente Morales ya en dos ocasiones, una en Cochabamba y otra en La Paz, acusó a los periodistas de parecer «chilenos» por haberle cuestionado sobre los resultados de la demanda marítima ante la OEA y por pedirle explicaciones sobre su viaje a La Haya.
Fue «una visita protocolar», dijo Morales para luego disparar: «Si hubiera conversado tampoco te informaría pues (…) Y aquí mi reclamo a algunos medios de comunicación, parecen chilenos».
El mandatario cree que los periodistas tienen una responsabilidad en este tema y por eso se molesta cada vez que le plantean una pregunta.
¿Qué pretende el Presidente? ¿Que por amor a la patria los periodistas cubran sus conferencias de prensa en silencio? No es saludable, no es periodístico, no es democrático lo que pretende hacer el Mandatario.
En la misma línea, el Canciller increpó la semana pasada a la periodista Nancy Vacaflor, cuando ella le pidió un punto de vista sobre la posición chilena en sentido de que están muertas las aspiraciones bolivianas de volver al Pacífico y no así el Tratado de 1904 como dijo Morales.
Por ocho veces consecutivas le exigió que ella respondiera a Chile «como boliviana». La periodista se mantuvo firme hasta el final haciendo su trabajo: pidiendo una respuesta a su pregunta.
Choquehuanca dijo que respondería «a los chilenos y no a los medios», pero hasta ahora no hemos conocido cuál es su posición ante la ofensiva chilena de los últimos días.
La responsabilidad de responder a Chile es del Canciller, no de los bolivianos en general o de los periodistas. El ministro chileno Alfredo Moreno mandó a callar a nuestro Presidente y el Gobierno boliviano ni si quiera replicó.
Tampoco respondió a la nota de protesta que le entregó la Cancillería chilena a nuestro cónsul en Santiago. Choquehuanca dijo que responderá “como corresponde” porque “no estamos desesperados como los chilenos, no estamos nerviosos”.
Corresponde, señor Canciller que responda y rápido, porque el Presidente y el país han sido ofendidos por las autoridades chilenas.
En la lista de temas incómodos para Morales también está el apoyo, traduciendo en asilo o refugio que han obtenido algunos opositores en países a los que el Gobierno podría considerar amigos. Motivos no le faltan a Morales para ponerse nervioso, pues estos asilos conllevan un mensaje de defensa de las libertades y de los derechos humanos.
Y, la prueba de que es un tema que taladra en los oídos del presidente es que lo utilizó para increpar a otro periodista. Esta vez, el blanco fue Jesús Alanoca. «Usted parece el senador Pinto, mi opositor, compañero periodista.
¿O viene recomendado? ¿Alguien te está dictando atrás las preguntas? ¿Cómo se llama usted? Ah, nos conocemos pues, razón no más las preguntas», dijo Morales.
Y, hay que hacer notar que los medios estatales difunden en vivo estas conferencias de prensa, donde el periodista reacciona con su única arma: la pregunta.
Y, así no más serán las cosas, señor Presidente, los periodistas seguiremos preguntando, taladrando en su oído, molestando como tábanos, porque para eso estamos, para preguntar y contar a la gente lo que los funcionarios públicos ocultan o dejan de hacer.
No se pongan nerviosos, tampoco pierdan el tiempo menospreciando a los periodistas de verdad, que seguiremos preguntando.
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