Ismael Schabib Montero*
En una de las obras escritas por el Licenciado Álvaro García Linera, actual Vicepresidente, en una especie de manual intitulado: “Sociología de los movimientos sociales en Bolivia: estructuras de movilización, procesos enmarcadores y acción política” cuando se refiere a los indígenas de las tierras bajas de nuestro país expresa: “La CPESC (Confederación Nacional de Pueblos Étnicos de Santa Cruz) y el Bloque Oriente son débiles, no se movilizan como los cocaleros, no bloquean ni paralizan como los aymaras…”. El Lic. García Linera tiene parcialmente razón, porque estas personas, los indígenas del Oriente, no paralizan, ni bloquean, pero se movilizan, y cuando actúan es un acontecimiento nacional, hacen historia. Por eso no han cuajado en el modelo del gobierno del miedo, esta gente no tiene odio en su corazón, porque viven en armonía con la naturaleza; y no es que esa naturaleza donde habitan sea un paraíso. En la amazonia existen un sinnúmero de insectos peligrosos, como algunas moscas que producen infecciones cutáneas, (gusaneras) y otros como el mosquito que además de molestoso provoca leishmaniosis, transmite Malaria y Fiebre Amarilla; víboras de toda clase, desde la constrictora Anaconda o Sicurí hasta la Pucarara, una de las más agresivas y venenosas del planeta, no necesita ser provocada para atacar. Ahora que podemos ilustrarnos por intermedio de algunos buenos programas de la TV, tenemos una mejor idea de las capacidades mortales del jaguar, del cocodrilo y las pirañas. En la región del TIPNIS existen riquezas naturales como la madera, peces en los ríos y todavía animales silvestres para la caza, y se comenta de otras no explotadas, petróleo, por ejemplo. Entonces no es de extrañar porqué duró muy poco el “amor” entre los habitantes del TIPNIS y el gobierno, “porque no bloquean ni paralizan” el país, donde los violentos y los que siembran coca para cocaína tienen un sitial de honor, porque los llevaron al poder; no sólo pueden entrar a la Plaza Murillo y practicar ritos en Palacio de Gobierno con la realeza que es vestida por una conocida diseñadora de nuestro medio, de la realeza que ahora sufre daños psicológicos, sino, llegar a las puertas del parlamento y acosar a los representantes de la oposición, sin que los policías lo impidan por ordenes superiores. El racismo es muy evidente, no sólo porque los “ponchos rojos” azotan a las personas en las calles de la generosa ciudad de La Paz, por mostrar su solidaridad con los humildes, sino que los tipneños están prohibidos de entrar a la plaza Murillo “para que no la ensucien”; esperar que sean recibidos en Palacio de Gobierno es una utopía; seguramente que la raza inferior procedente de las tierras bajas no puede entrar a la histórica plaza porque no desciende de alguna deidad de la mitología. Esta situación, en todo lo mala que es, tiene su lado positivo, y es que a los del gobierno se les terminó de caer la careta; no gobiernan para los humildes, los desprecian; son soberbios y arrogantes; si dan bonos es solamente para cumplir la receta del manual para mantenerse en el poder, así como ofrecer el billete corruptor; tienen cero sensibilidad social, y cero tolerancia, pero mucho odio en el corazón. No aman al país que gobiernan; la gente solo les teme, pero eso es pasajero; pasajero como el poder.
*Vicealmirante de la República de Bolivia
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