IMPORTANCIA DE LA SUPERVISIÓN PEDAGÓGICA EN EL SISTEMA EDUCATIVO

Marisel Cristina  Baldiviezo Narváez

Muchas  personas que trabajan en el sistema educativo hacen referencia al estado y superación de la calidad educativa, sin realizar una investigación apropiada para conocer la realidad de la misma. Por lo que corresponde ahora, abordar la problemática respecto a la supervisión, monitoreo y acompañamiento para garantizar el logro de los aprendizajes en los estudiantes, considerando que una de las funciones del Ministerio de Educación es asegurar que el servicio educativo responda a los intereses nacionales, desarrollo regional, local y de la comunidad; por ello es necesario, desarrollar acciones sostenidas de supervisión pedagógica en las regiones del país. En ese sentido, es indispensable contar con lineamientos y estrategias básicas para la supervisión pedagógica. Este proceso requiere una adecuación en las instancias de gestión educativa para mejorar la calidad de los aprendizajes de los estudiantes.
El presente argumento enfatiza la importancia de las acciones de supervisión pedagógica, para ello parte de un análisis de la problemática respecto a la supervisión, monitoreo y acompañamiento que se practica en el país. Propone lineamientos y estrategias básicas, que permitan el desarrollo adecuado, coherente, coordinado de la supervisión pedagógica; promoviendo la participación y esfuerzo compartido entre las distintas instancias de gestión educativa de las autoridades y de la colectividad. Ante los cambios que se vienen operando en la dinámica educativa del país, la supervisión pedagógica enfrenta desafíos referidos a:
• Contribuir con el mejoramiento de la calidad educativa de las instituciones educativas.
• Contribuir a la formación integral del estudiante.
• Apoyar y estimular el trabajo del docente.
• Promover la participación de la comunidad en los procesos de supervisión.
• Fortalecer las relaciones de las instancias de gestión educativa desconcentradas del        Ministerio de Educación.
Estos desafíos conllevan a que el aprendizaje responda a las demandas de la comunidad y a las exigencias de la sociedad del conocimiento. En este contexto, la función de supervisión, tiene una dimensión primordial de carácter técnico–pedagógico, sin embargo, también asume una dimensión administrativa, porque toma en cuenta las condiciones que favorezcan las acciones de monitoreo y acompañamiento.
La supervisión pedagógica en nuestro contexto se constituye en un proceso sistemático que promueve el trinomio de calidad, inclusión y atención a la diversidad, centra su accionar en los procesos pedagógicos que promueven el desarrollo integral de los estudiantes. Asimismo, se inscribe en el marco y la perspectiva de la nueva Ley de la Educación, incidiendo en el segmento más pobre del sistema educativo.
La responsabilidad social de la educación y los procesos de participación en curso convierten a la supervisión pedagógica en asunto de interés colectivo y, por tanto, de colaboración entre los agentes educativos; esta responsabilidad vela por el mejor desenvolvimiento profesional de los docentes y la formación integral de los estudiantes.
La supervisión pedagógica, es el proceso técnico de orientación y asesoramiento instituido para optimizar las actividades pedagógicas en las instancias de gestión educativa descentralizada. Está centrada en el mejoramiento continuo de los procesos de aprendizaje, el desempeño profesional de los docentes, y el ofrecimiento de la oportuna y consistente información para una acertada toma de decisiones. Entendida así, la supervisión pedagógica garantiza una acción más enriquecedora y formativa, facilita un trato más humano a todos los agentes y actores educativos; dando pase a la creatividad y criticidad, dejando de lado la búsqueda de errores para mal juzgar y sancionar.
Como proceso incorpora el monitoreo pedagógico como estrategia de seguimiento destinado a identificar de manera sistemática la calidad de desempeño de un sistema, sub-sistema o proceso a efecto, de introducir los ajustes a los cambios pertinentes y oportunos para el logro de resultados y efectos en el entorno; y el acompañamiento pedagógico entendido como un servicio destinado a ofrecer asesoría planificada, continua, contextualizada, interactiva y respetuosa del saber adquirido por directores, especialistas y docentes, orientado a la mejora de la calidad de los aprendizajes de los estudiantes, del desempeño docente y de la gestión de la institución educativa.
En las últimas décadas, el uso del término “monitoreo” se ha asociado a la gestión de programas y proyectos en la fase de ejecución. En ese contexto se ha concebido como el seguimiento sistemático para comprobar la efectividad y eficiencia del proceso de ejecución de los proyectos y programas para identificar los logros y debilidades y recomendar medidas correctivas a fin de optimizar los resultados deseados.
En el marco de la enseñanza–aprendizaje, el monitoreo es el recojo y análisis de información de los procesos y productos pedagógicos para la adecuada toma de decisiones.
El acompañamiento pedagógico, es el recurso pedagógico preferente para la formación profesional de los docentes; se basa en el intercambio de experiencias entre el acompañante y el acompañado, sin distinción de niveles de superioridad y jerarquía. Se requiere interacción auténtica, creando relaciones horizontales, en un ambiente de aprendizaje y de intervención pedagógica pertinentes al entorno de la institución. Este proceso de intercambio profesional se produce a través del diálogo y a partir de la observación y evaluación del trabajo en el aula; implica poseer la capacidad para compartir y la disposición para establecer compromisos que nos ayuden a crecer juntos.



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