En pasados días, Chile, Perú, Colombia y México conformaron la “Alianza del Pacifico”, instrumento que une en un acuerdo económico a los 4 países industriales sudamericanos que están destacando más en los últimos años a nivel de la economía mundial. La determinación de creación de esta Alianza, debe poner en suspenso a Bolivia y a Tarija particularmente, porque se vislumbra un futuro delicado para la región.
Esta determinación, quiere ser un acuerdo que permita mejorar los niveles de vida y libere el tránsito de más de 210 millones de personas entre los países de Chile, Colombia, México y Perú, lo que con seguridad se conseguirá en los años venideros, considerando que estos cuatro países hablan un mismo idioma económico y comercial.
Además cabe considerar que los cuatro países tiene un acuerdo con la potencia económica más grande del mundo EE.UU. el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que continúa vigente en el país del norte y da apertura por medio de su territorio a todo el mundo, acuerdo del que como país, fuimos excluidos hace años por la determinación política de alejar al “Demonio” del Imperio de un país en vías de hacer una económica socialista.
Se trató de sustituir el ALCA con otros sistemas como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA – TCP), que no funcionó para nada y aún no funciona, que fue impuesto por el gobierno de Venezuela (Hugo Chávez Frías), como una respuesta política del Coronel venezolano, al Imperio del Norte, y que hundió un poco más de lo que es posible a los pueblos de Nuestra América Bolivariana.
Para que tocar la debilidad de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Que se cae a pedazos como un muro desportillado, o la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), que intenta suplir al Mercado Común del Sur (MERCOSUR), con todas sus deficiencias y problemas generados por los países integrantes y su filosofía política de un socialismo indigenista que se convirtió en una actitud retrograda económicamente y provoca un centralismo secante que no permite el ejercicio de la empresa privada en su desarrollo integral.
La alianza del Pacifico nos habla de una determinación comercial rompiendo las estructuras del socialismo indígena, al que estamos amarrados en Bolivia. Considerando que el presidente Ollanta Humala de la misma línea o corte social-indígena que el gobierno de Bolivia ha abierto los ojos para promover bienestar y desarrollo para su pueblo, abriéndose de manera efectiva a un intercambio comercial en la alianza que nace con un futuro promisor hacia adelante.
Esta alianza vislumbra convertirse en una oportunidad para el pacifico y un freno para el atlántico, un acuerdo de esta naturaleza será en parte para controlar el tránsito de bienes y servicios a China e India un cerrojo a la competencia de los mercados asiáticos.
Consolidando el poder comercial de nuestros iguales (Chile y Perú), que con este abrazo, dejan mucho más lejos, la aspiración marítima de Bolivia, dos países que en un principio estaban separados por conflictos marítimos como el que tenemos con Chile, no han sido obstáculo para encontrar puntos de coincidencia en el desarrollo comercial y económico de las dos naciones buscando la mejor condición para su pueblo y el bienestar de todos sus habitantes. Sin duda una muestra digna de imitar, para no morir encerrados en este enclaustramiento provocado por la ignorancia y la terquedad política de nuestros gobernantes.
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