La mostaza en su estado original es una semilla de una flor; sin embargo, en todo el mundo es conocida como un aderezo que tiene innumerables usos en la cocina. En este sentido, es útil conocer los distintos tipos de mostazas que existen.
Variedades de mostaza
Es increíble como de una simple semilla y una preparación base se pueden obtener diversos tipos de mostaza, que a su vez se transforman en aderezos para elaborar o acompañar muchas recetas deliciosas, como por ejemplo:
- Aderezo de miel y mostaza.
- Mostaza amarilla clásica.
- Mostaza Dijon con Chardonnay.
- Dijon.
Estas y muchas más son muy útiles para elaborar muchas recetas deliciosas. No obstante, se puede decir que entre los tipos más comunes de mostaza se encuentran los siguientes:
- Mostaza amarilla americana. Es la más popular, pues se utiliza como salsa y base de muchos aderezos. Se caracteriza por tener una coloración amarilla intensa, y un sabor picante leve.
- Mostaza amarilla inglesa. Es un tipo de picante bastante picante que también se siente fuerte al olfato. Aunque contiene azúcar, esta es casi imperceptible.
- Dijon. Creada en Francia, se puede decir que es la mostaza más picante del mercado. Asimismo, al no poseer azúcar, es considerada como la mostaza más sana.
- Mostaza antigua. Debe su nombre al modo de elaboración, pues esta se prepara moliendo parcialmente las semillas hasta que formen una pasta mezclada con vinagre.
Ingredientes clave de la mostaza
La mostaza es quizás una de las salsas clásicas más fáciles de preparar, debido a que integra pocos ingredientes y el procedimiento es bastante sencillo, e incluso artesanal. De este modo, se tiene que los ingredientes claves de la mostaza son los siguientes:
- Semillas de mostaza: negra, parda o blanca.
- Componente líquido: vinagre, agua, vino o zumo de limón.
- Sal.
- Azúcar.
- Especias y condimentos opcionales.
Las semillas se pueden machacar, moler o usar enteras, y al ser mezcladas con los otros elementos, dan como resultado una pasta amarillo o marrón con sabores picantes y dulces.
Niveles de picante y sabor de la mostaza
La semilla de mostaza naturalmente tiene un toque picante, pero la intensidad depende del tipo de mostaza que se use. Esto se debe a que la mostaza negra es sin dudas aporta más picante a las mezclas, mientras que la parda, se puede decir, está en un nivel intermedio. Por otra parte, la semilla blanca o amarilla, es mucho más suave, tanto en el gusto como en el olfato.
Popularidad en la cocina internacional y usos culinarios
Aunque en todas las cocinas del mundo existe una disputa sobre cuál es la salsa más popular, no cabe dudas de que la mostaza es la que se lleva el primer lugar. Esto es debido a que no solo se usa como acompañante y potenciador de sabores de algunas comidas, como hamburguesas y perros calientes, por ejemplo; sino que también, funciona perfectamente como base para preparar diferentes clases de salsas, aderezos y marinados, que van bien tanto con carne de res, cerdo, pollo o pescados.
Beneficios nutricionales
Por último, es necesario mencionar que la mostaza no solo es capaz de aportar deliciosos sabores a las comidas, sino que además, tiene múltiples beneficios nutricionales que se mencionan a continuación:
- El contenido calórico es bajo. El aporte de energía de la mostaza es mínimo, por lo que se considera la salsa más saludable, y es perfecta para incluir en dietas de pérdida de peso.
- Ácidos grasos. Aproximadamente el 60% de la mostaza contiene ácidos monoinsaturados; pero también, posee ácidos grasos omega 3 y omega 6.
- Fuente rica en nutrientes. La mostaza aporta vitamina C, B12 y selenio.
- Antioxidantes. Además de las vitaminas antes mencionadas, que igualmente son antioxidantes, la mostaza tiene un alto contenido de glucosinolatos y carotenoides.
De este modo, el consumo de mostaza en porciones pequeñas, puede contribuir de gran manera a la salud de las personas, ya que aumenta las defensas, colabora en el desarrollo de neuronas y células, regula los triglicéridos, entre muchos otros beneficios.
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