Hay que tener cuidado al elegir una refrigeradora, ya que es un electrodoméstico caro y que nos va a acompañar durante bastantes años, pues es de esos que no se tira al poco tiempo de adquirirlo. Por eso, conviene seguir los siguientes consejos con el fin de hacer una buena elección, consiguiendo así el mejor frigorífico para nuestras necesidades.
Tendremos que elegir una marca de confianza
Cuando se trata de un electrodoméstico que cuesta bastante dinero es mejor no jugársela. Por eso, optaremos por marcas de refrigeradores de toda la vida, de esas que conocemos desde siempre. Que lleven muchos años vendiendo quiere decir que sus productos son de calidad. Además, en este caso, el servicio técnico estará cerca y eso significa que tardarán menos en ir a casa.
En el momento en el que la garantía se termina, decidirnos por una marca de confianza significa que habrá repuestos si necesitamos alguno.
Hay que medir antes de comprar
Si ya tenemos un frigorífico, podemos medir tanto su altura como su anchura y su profundidad. En el caso de que el antiguo tenga las dimensiones adecuadas, podemos adquirir un frigorífico con las mismas medidas o muy parecidas. Esto es algo importante, pero lo es aún más si tenemos una cocina pequeña o si la nevera se va a integrar metiéndola en su propio mueble.
¿Es eficiente?
A veces, vemos diferencias de precio inexplicables entre frigoríficos que parecen muy similares. La explicación suele estar relacionada con la eficiencia, puesto que las refrigeradoras más eficientes son más caras.
Esto lo podemos saber por una escala que cambió hace unos años y que se mide con letras que van de la A a la G. La letra A es la más eficiente y la G la que menos, de manera que hay que buscar aquellos frigoríficos cuya letra sea más cercana a la A.
Uno con la letra C ya tiene una gran eficiencia, lo que significa que va a gastar menos energía que uno con la letra D, por lo que vamos a ahorrar bastante en la factura de la luz.
Siempre optaremos por la tecnología no frost
Aunque tengamos que invertir un poco más, siempre optaremos por máquinas con tecnología no frost, que en castellano quiere decir que no hacen hielo. Esto significa que no vamos a perder tiempo en descongelar la nevera cada pocos meses, como ocurre con los que sí crean hielo en su interior.
Quitar el hielo a un frigorífico es una tarea pesada y tediosa, puesto que hay que vaciarlo, planificar las compras para que esto no suceda, tenerlo abierto durante horas, recoger agua del suelo, etc. Por eso, es mejor pagar un poco más por uno que no nos genere este problema.
Revisa las opiniones acerca del modelo que vas a comprar
Nunca ha sido más sencillo saber qué opinan otras personas sobre la nevera que vamos a comprar. Solo con poner en Google el modelo nos saldrán opiniones, vídeos, revisiones, etc., en donde comprobaremos cómo funciona, cuáles son sus puntos fuertes y si lo que nos promete la marca es cierto.
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