El shampoo, también llamado en español como champú, es una sustancia jabonosa que se utiliza para limpiar el cabello y el cuero cabelludo, además de dar brillo, belleza y suavidad al cabello.
La finalidad del champoo es eliminar cualquier acumulación de suciedad, residuo, grasa, caspa no deseada para hacer que el cabello esté limpio y manejable. Además, al usar el champú conseguiremos estimular el cuero cabelludo si realizamos un buen masaje mientras aplicamos el producto.
También se puede combinar con un acondicionador de cabello que es el complemento ideal del shampoo. Lo que hace este acondicionador es hidratar el cuero cabelludo luego de que el shampoo limpie la suciedad. Es por eso que este producto es muy útil para aumentar el brillo natural de la hebra capilar, reparar las puntas abiertas por los daños ocasionados por el sol, y el uso de planchas y secadores, conservarvando la humedad del pelo y reduciendo el riesgo de del fenómeno conocido como «frizz».
Según los fabricantes de cosméticos solo hay cuatro tipos de champú, pero si se va a las tiendas que los venden, pareciera que hay cientos de ellos, debido a que usan muchos nombres pero que en realidad son técnicas de mercado
Los champús se dividen por funciones y tienen la siguientes clasificación:
CHAMPÚS PARA CABELLOS SECOS CON ACONDICIONADOR
Contienen sustancias suavizantes que dan cuerpo, brillo y emoliencia. Son muy utilizados los aceites vegetales, siliconas hidrosolubles, lanolina y derivados, cetioles y lecitinas.
CHAMPÚS PARA CABELLOS NORMALES , BÁSICOS Y PARA BEBES
La concentración de tensioactivos aniónicos suele ser superior a la de los no iónicos y anfóteros. Suelen llevar alguna sustancia suavizante a baja concentración .
CHAMPÚS PARA CABELLOS GRASOS O DE LIMPIEZA PROFUNDA
Es importante mantener un equilibrio entre los tensioactivos aniónicos, puesto que, un champú demasiado agresivo produce en estos cabellos un aumento de la secreción sebácea (efecto rebote)
CHAMPÚS DE TRATAMIENTO CON SUSTANCIAS ACTIVAS
Los llamados champús de tratamiento incorporan sustancias activas que van a producir una acción dermatológica específica. El excipiente del champú debe ser el idóneo para la acción dermatológica buscada, ya sea desde el punto de vista galénico, como dermocosmético.
Para evitar daños e irritación en la piel, se recomienda adquirir productos de buena calidad, aprobados por laboratorios cosmetológicos, puesto que existen en el mercado una variedad de productos que no tienen ninguna garantía
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