La industria de las consolas de video juegos

El Nintendo Switch, es una de las principales consolas de esta millonaria industria que mueve más de 175.000 millones de dólares en el mundo.

Esta industria tal como la conocemos, nace alrededor de los años sesenta del siglo pasado, junto al “boom” de la industria japonesa que en esos momentos competía con la de los Estados Unidos de América, en ser la primera del mundo.

De manera natural, los videos juegos nacen junto a la industria de la televisión y de los dispositivos que se inventaron para el almacenamiento de contenidos audiovisuales.

Obviamente que para que estos contenidos sean interactivos, se necesitaban dispositivos especiales adecuados para una interacción dinámica entre los actores  de estos contenidos y es así que nacen las consolas para video juegos como Atari, Play Station, Nintendo, Xbox etc.

En la actualidad estas consolas han sido adecuadas para su uso en internet, lo que ha hecho que esta industria crezca mucho más, de acuerdo a la magnitud de la red de redes que llega a todo el mundo.

Hoy por hoy, existen campeonatos mundiales de video juegos que silenciosamente han venido ganando terreno entre los adolescentes de todo el mundo y no solo adolescentes sino que ya han trasciendido varias generaciones.

Para quienes nunca han visto una consola de video juegos, estos dispositivos son aparatos que se conectan a computadoras o a televisores inteligentes y que tienen teclas especiales y palancas de mando, volantes, frenos aceleradores,  como en los automóviles y otras herramientas que posibilitan una variedad de juegos.

Paralela y obviamente existen propiamente los juegos que consisten en un software (programa de computadora) con el que funcionan estos dispositivos.

Como se puede imaginar, hay la más variada gama de juegos que van desde la emulación de los mundiales de futbol, hasta los juegos más simples como el Pac Man, pasando por simuladores para pilotear aviones y aterrizarlos en todos los aeropuertos del mundo y practicamente todo lo que se pueda imaginar.

Con esta oferta de juegos, es comprensible que el niño que tenemos dentro, nunca nos quiera abandonar.