El hogar y la felicidad

La felicidad en una categoría demasiado subjetiva como para definirla en unas cuantas palabras.

A lo largo de la historia de la humanidad, diversos pensadores lo han intentado sin buenos resultados.

Es que la felicidad en un estado de ánimo que varía fundamentalmente de una persona a otra.

La definición más aproximada que se ha logrado de esta categoría, es la que se refiere a la “satisfacción de las necesidades materiales y psicológicas de los seres humanos” y al parecer, la mayoría de la gente está de acuerdo con esta definición.

Una de las principales condiciones para que una persona sienta que tiene satisfechas esas necesidades, es poder contar con un hogar que es el lugar donde se pasa la mayor parte de la vida de los seres humanos

De ahí que esta condición adquiera una inusitada importancia para determinar el grado de felicidad de una persona.

Un hogar acogedor, (no necesariamente suntuoso), es de por sí una muestra de que las personas que viven en ese hogar, se sienten por lo menos, moderadamente felices.

Ahora bien,  un hogar consta de dos partes, la vivienda material en si y la cohesión psicológica de los miembros que la habitan, es decir la familia que habita en ese vivienda material.

Y aunque no lo parezca, hay una relación intrínseca entre estos dos elementos, porque un desequilibrio entre ambas cosas puede influir negativamente en el resultado para la obtención de un hogar acogedor que es lo que se espera como muestra del grado de felicidad de esa unidad familiar.

Ciertamente  una disfunción en la relación familiar, influirá en como esa vivienda material se ve, por ejemplo una pelea entre los miembros de la familia hará que se deje de limpiar las casa o por lo menos que se dejen de arreglar esos detalles que hacen acogedora a la vivienda, pero al mismo tiempo ocurre a la inversa también. Una vivienda que esté descuidada, repercutirá en el estado de ánimo de los la habitan.

En el primer caso, no se puede hacer mucho. La solución la tienen los miembros de esa familia, pero en el segundo caso, existen herramientas que nos pueden ayudar a hacer más acogedor nuestro hogar.

Una de estas herramientas, es la decoracón del hogar, muy útil por cierto, para que con solo ingresar en la vivienda, el estado de ánimo de los miembros de la familia, adquiera ribetes de felicidad.

Empero, no siempre es fácil decorar tu hogar, especialmente si nunca has tenido el tiempo o los conocimientos, o no cuentas con esa aptitud para la estética y esas cosas.

Es por eso precisamente, que quisimos  darte  estas ideas para decorar tu hogar de una manera exitosa.

Con estos consejos, encontrarás seguramente, la manera de contribuir con un granito de arena a la consecución de un poquito de felicidad para los miembros de tu familia.

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