Los que tenemos la suerte de sobrevivir a la actual pandemia, seguramente vamos a querer relatar esta singular experiencia a las generaciones que vienen.
Es que un acontecimiento como este, sólo ocurre una vez cada cientos de años.
Lo que es particular en esta pandemia es que en pleno siglo XXI, en el zenit de las redes sociales, con tecnología de punta en todos los aspectos de la vida de los seres humanos, incluida la medicina y sus ramas anexas, se hubiera podido dar.
Lo cierto es que gracias a una dictadura que persiguió a los que denunciaron la aparición de esta pandemia y el desastroso accionar de la Organización Mundial de la Salud que no sólo que no declaró pandemia tan pronto como la peste salió de las fronteras chinas, sino que recomendó que no se cierren las fronteras de ese país, además de declarar, en un principio, que la epidemia no se contagiaba de humano a humano y otros desaciertos, ciertamente posibilitaron que la pandemia se expandiera a todo el mundo.
Como sea, al momento de escribirse este artículo, esta peste ya ha matado a más de 2,5 millones de personas en todo el mundo, lo que habla de la peligrosidad de esta enfermedad.
Las secuelas de esta pandemia, no sólo son los muertos, sino el sufrimiento y la angustia no sólo de los que atraviesan por esta situación, sino de los que temen infectarse con esta peste, especialmente gente mayor que como se sabe, son los más afectados con este mal.
Pero que hacer ante este sombrío panorama?
Lo más aconsejable es no estar en medio de gente que potencialmente son los portadores de la peste.
Esto hizo uno de los físicos más prominentes de la humanidad, Isaac Newton, quien en una anterior pandemia, se retiró al campo donde con calma pudo realizar los estudios y cálculos para describir la ley de la gravedad y otros importantes descubrimientos para la humanidad.
En la actualidad, la peste ha llegado hasta las áreas rurales de cada país. Sin embargo, existen algunos lugares en los que la peste no ha ingresado o por lo menos no ha hecho estragos.
Uno de estos lugares son las Islas Maldivas, situadas en un recóndito lugar en el Oceano Índico, cerca de la Sri Lanka y el continente asiático, este paraíso tropical, ha permanecido casi al margen de la pandemia y el desastre que ello conlleva.
Las Maldivas, son un grupo de islas en las que la temperatura promedio del año oscile entre los 29 y 32 grados al medio día lo que habla de por si, de la benevolencia del clima además de otros aspectos propios de este lugar.
Así que si está pensando donde escapar de la vorágine de la pandemia, estas islas son el lugar indicado
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