El día de ayer, distintos colectivos feministas se reunieron en la plaza Luis de Fuentes, para pronunciarse sobre los 222 casos de violencia hacia la mujer protagonizados por policías, también por las declaraciones del comandante de Bermejo, Aníbal Rivas, quien cuestionó a una victima de violación por no defenderse, a causa de estos sucesos se presentó en Tarija , La Paz y Santa Cruz distintas protestas que culminaron en los comandos policías, se presentó una carta que busca la renuncia de Rivas.
Elena Peña, activista en el grupo Ivaginarias, expresó que el coronel Rivas solo es un síntoma de una institución machista, aprovechó de comunicar que se realizó un manifiesto contra la policía, donde se solicita que la policía no este a cargo de denuncias por violencia hacia la mujer porque demostró ser una institución que carece de preparación y tiene incapacidad para comprender la violencia.
Cansadas de la impunidad de policías violentos, violadores y feminicidas, hoy, mujeres de toda Bolivia alzamos las voces. 222 policías han sido denunciados en lo que va del año, y eso sin contar los casos impunes que quedan silenciados dentro de esa cortina de hierro, que es la mal llamada “lealtad entre uniformados”.
No sólo llama la atención el número de policías que cometen violencia, sino la impunidad que caracteriza sus actos, saliendo librados a través de juicios internos, ejerciendo presión y amedrentamiento a las familias y colectivos que se animan a denunciar los hechos.
Una vez realizado el primer Plantón Virtual Nacional contra la violencia de la Policía Machista, donde además de los casos registrados de manera oficial, surgieron denuncias y testimonios de mujeres que no encontraron justicia y en algunos casos ni la recepción de sus denuncias.
Convencidas de que la Policía tiene dentro de su estructura y su formación la reproducción del sistema patriarcal, regido por la violencia machista, exigimos que la policía no sea la institución a cargo de atender casos de violencia, ya que demostraron no tener la capacidad y siguen incrementando la desconfianza de la población en la institución verde olivo.
Demandamos la atención inmediata a los casos pendientes contra miembros de la Policía Boliviana por violencia, violación y feminicidios que se registraron en diferentes puntos del país y siguen sin esclarecerse. Exigimos que se realice auditoria sobre los procedimientos y actuaciones en casos que involucran a policías en calidad de denunciados.
Instamos a la población a pronunciarse, manifestarse y tomar acción contra la violencia y las instancias en las que es reproducida y promovida. Cambiemos entre todos y todas, la cultura y trabajemos por una Bolivia digna en la que nos sintamos seguros y seguras y por sobre todo libres.
¡No tendrán la comodidad de nuestro silencio Nunca Más!
Tras las manifestaciones en la plaza, los colectivos feministas se trasladaron al comando departamental para otorgar una carta, donde solicitan la renuncia del comandante de la policía de Bermejo, Aníbal Rivas.
Carta
Sr:
Eduardo Vargas
Comandante departamental de la Policía de Tarija
Prensente .-
Las declaraciones misóginas del comandante de frontera de Bermejo, Aníbal Rivas efectuada la semana pasada, más una nota oficial en la que se muestran los números de denuncias contra efectivos policiales por violencia, violaciones y feminicidios en todo el país desencadenaron la indignación de colectivos feministas a nivel nacional, quienes se autocovocaron para la realización de un plantón virtual el pasado viernes 11 de septiembre.
Más de 10 colectivos de distintos puntos del país y los testimonios y denuncias estremecedoras de familiares de víctimas de violencia por parte de uniformados, dejan claro que la institución policial no puede continuar siendo la instancia encargada de atender las denuncias de violencia.
222 policías han sido denunciados en lo que va del año, y eso sin contar los casos impunes que quedan silenciados dentro de esa cortina de hierro que es la mal llamada lealtad entre uniformados.
La estructura patriarcal de la institución es innegable, atraviesa cada una de sus prácticas. Las declaraciones de Rivas no son más que un síntoma de la enfermedad sistémica que padece la policía en tanto institución inherentemente represora. No sólo llama la atención el número de uniformados que cometen violencia, sino la impunidad que caracteriza sus actos, saliendo librados a través de juicios internos, ejerciendo presión y amedrentamiento a las familias y colectivos que se animan a denunciar los hechos.
Con estos antecedentes, mujeres autoconvocadas de todo el país EXIGIMOS la destitución del Comandante de Frontera de Bermejo, Aníbal Rivas, por las declaraciones vertidas en el caso de violación de una joven, insinuando que una mujer que no se defiende de su agresor no es violada. Promoviendo un mensaje de apología de la violencia.
(Roberto A. Barriga/ El Andaluz)
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