La comunidad de Chocloca ubicada a 11 kilómetros del Valle de la Concepción, municipio Uriondo, es una de las zonas productoras de leche, la misma que cuenta con más de 55 productores que se dedican a este rubro, esta es recibida en el centro de acopio que se encuentra en la comunidad para luego ser trasladada a la ciudad de Tarija a instalaciones de la fábrica de lácteos “PIL Tarija”.
La lechería en esta comunidad es una de las principales fuentes de ingresos para los hogares, las personas que habitan en Chocloca se dedican a este rubro de diferentes formas, algunas son dueños de una gran cantidad de ganado, otros son los encargados de la alimentación de los mismos, como también hay personas que se ganan la vida ordeñando a las vacas.
La alimentación de los bovinos es producida en el mismo lugar, los productores son quienes se dedican también a cultivar la comida para los mismos; alimentos como alfalfa, chacra, vicia, avena, sorgo y el silo de maíz que sirve como provisión para todo el año en las distintas estaciones.
La leche que estos producen pasan por una serie de controles, en los centros de acopio ya mencionados las personas encargadas realizan el peso del producto tanto de la mañana como de la tarde, la misma queda almacenada en una máquina que se encarga de enfriarla para que no se descomponga, pues el camión lechero sale de la comunidad a las 6:40 horas rumbo a la ciudad de Tarija.
Etiqueta para la lechería, una nueva forma de ingresos
Nalver Peralta, dirigente de los lecheros y productor indica que para entrar a ser socio en la fábrica de lácteos PIL Tarija hay tres formas, uno es ser accionista, la otra son los que se asocian a APROL (Asociación de Productores Lecheros), es decir los que entregan la leche mediante centros de acopio y por último los socios de plata entregan el producto directamente a la fábrica con una forma diferente de pago.
De los 55 socios, el 70% son socios de APROL los mismos tiene derecho a veterinarios, tractores para la producción, beneficios que los demás no gozan por ejemplo los socios de planta velan por su propio interés de tal forma que son los encargados de contratar y buscar veterinarios, pero aun así existe un buen número de este tipo de asociados que también hay en la comunidad.
A su vez Peralta, menciona que para ser parte de este rubro se les pide cierta documentación y se hacen controles respectivos ya que este producto es delicado, no se lo puede guardar se estaría yendo contra la salud de los que consumen, además si en esos controles detectan alguna falencia pueden ser sancionados, sobre todo los socios de planta a los que se les hace mayor inspección.
Brote de los últimos cambios
En los últimos tres meses marzo, abril, mayo del presente año, la fábrica PIL Tarija lugar donde es trasladada la leche para luego ser transformada en lácteos y en sus diferentes derivados que esta elabora con la materia prima, dejó de recibir el producto los fines de semana, por lo que los productores están siendo perjudicados y perdiendo una parte de sus ingresos.
Los productores al no entregar la leche ahora los fines de semana se ven en la obligación de realizar queso con su producto, otros optan por venderla en las comunidades vecinas o simplemente arrogarla para los perros abandonados, esto es una gran pérdida para los que la producen ya que invierten en los alimentos provenientes de la Fábrica de Alimentos Balanceados (FABA) y en vitaminas que requieren el ganado, todo eso de manera diaria.
La página oficial de PIL Tarija en un artículo publicado en noviembre del 2016 informa que se implementa una nueva línea denominada “Larga vida” la misma que tiene la particularidad de duración del lácteo de más de 30 días, sin necesidad de refrigeración, los mismos que se encuentran en los diferentes mercados y distribuidoras; todo esto con la finalidad de innovar con nuevos productos para mejorar en venta.
Exclamando los perjuicios, las palabras de una productora
Eva, productora de leche en la comunidad, señala que las nuevas normas sacadas por la PIL Tarija de no abrir las puertas los fines de semana, solo les perjudica y que ellos no pueden hacer nada al respecto ya que esta fábrica es privada, por lo tanto, la decisión de recibir o no producto depende únicamente de ellos.
También comenta que, en el informe brindado indicaban que dentro del departamento existe mucho contrabando es decir sale más a la venta lácteos que nos son de los tarijeños, haciendo que ahora la fábrica tenga mucho producto estancado en sus almacenes. Además, que los trabajadores que están dentro de la fábrica los fines de semana se les debe pagar más y al no vender es imposible.
El sector lechero se ve perjudicado con estas implementaciones porque se debe cancelar para la alimentación, a los trabajadores que se encargan del cuidado, medicamentos extras, alimento balanceado que por cada bolsa se cobra a 92 bolivianos, gastando al mes un total 276 bolivianos dependiendo de la cantidad de vacas que cada productor tiene.
Según la página del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras publicado el 29 de abril del 2019, este dota equipos para fortalecer la producción lechera en el departamento de Tarija, los mismos son tinglados con techos metálicos, ordeñadoras y alimentos balanceados. Se realiza un financiamiento total de 524.448 bolivianos, el responsable, explicó que se pretende contribuir al mejoramiento de la producción lechera.
En un artículo de la página Eju, publicado el 20 de mayo del 2019: productores de leche de Uriondo, señalan que la escasez de agua, como también de forraje para el ganado vacuno, se suman a la falta de mercado y el contrabando lo que significa una pérdida económica para quienes se dedican a este rubro en el valle central de Tarija viéndose obligados a dedicarse a la agricultura y buscar alternativas de ingresos económicos.
Evasión ante el problema, comienzo de un rubro
José Gira, productor de la comunidad exclama que los recursos utilizados para no desperdiciar la leche son la elaboración de quesos, actividad que no recompensa lo perdido, pero de cierta forma ayuda; este también indica que muchos de los vecinos prefieren no realizar esta actividad ya que además de trabajo y tiempo perdido, en ocasiones no pueden vender su producto, lo que de igual forma genera perdida.
Menciona también que la opción más apropiada es vender la leche en las comunidades vecinas que de tal forma justifica lo gastado, pero no se puede realizar esto todos los fines de semana porque las personas se cansan de consumir los mismo entonces ahí cada productor se las ingenia para deshacerse del producto.
Una de las alternativas que ven por conveniente los vecinos es cambiarse de rubro, dedicarse a otras actividades que generen recursos para el hogar, la lechería es un ingreso, pero existen dificultades como en todo emprendimiento lo que hace que los productores pierdan en vez de ganar o justificar lo invertido.
En la comunidad de Chocloca el 90% se dedicaba a esta actividad, pero con el paso del tiempo y las nuevas implementaciones, cambios que fueron surgiendo; José Gira, afirma que la mitad de estos se hicieron un lado, vendieron su ganado y ahora están dedicados en otros rubros como la agricultura en el lugar.
Selma Jira Tapia
Sé el primero en comentar en «Los productores lecheros son cada vez menos»