Si no hay fraude, Carlos Mesa sería el nuevo presidente de Bolivia

(Artículo de opinión)

En la víspera el Rector de la Universidad Mayor de San Andrés, publicó la encuesta independiente que fue realizada  por varias universidades públicas, medios de comunicación y  organizaciones no gubernamentales entre el 4 y el 7 de octubre  

La muestra supera a los 14 mil encuestados  en todas las capitales de departamento, ciudades intermedias y área rural, donde se preguntó a los encuestados por cual de los candidatos votaría si las elecciones se realizarían hoy.

La encuesta tiene un margen de error máximo del 2,9 por ciento.

Los resultados muestran que la distancia entre el primero y el segundo decreció levemente, mientras que apareció un nuevo protagonista en el espectro electoral, (el candidato Chi del Partico Demócrata Cristian) aunque sin posibilidades de entremezclarse entre los primeros.

A nivel nacional, Morales del MAS registra un 32,3%, Mesa de Comunidad Ciudadana tiene 27%, Ortiz de Bolivia Dice No 9,3 y el candidato Chi Hyung Chung del Partido Demócrata Cristiano, ascendió a 6,8.

Los otros candidatos rondan entre el 2,4 y 0,4 por ciento.

Los votos en blanco, nulos y los que no saben, no responden alcanzan a 19,5%

Estos resultados determinan que  Morales y Mesa vayan a dirimir la preferencia del electorado en una segunda vuelta, instancia conocida también como balotaje.

Los seguidores de Morales, durante toda la campaña, estuvieron ENFÁTICAMENTE afirmando que ganarían en la primera vuelta, puesto que algunas encuestas desdeñadas por la población debido a su falta de credibilidad, daban a su candidato, un porcentaje superior al 40% y una diferencia mayor al 10% que son las condiciones para ganar en primera vuelta. Esta disposición electoral, fue aprobada por la mayoría del Mas en la Asamblea Plurinacional, hace algunos años.

Puesto que la encuesta fue realizada en un fecha previa a los masivos cabildos realizados en las principales ciudades del país, no toma en cuenta el efecto de las decisiones de los mismos que entre otros puntos,  expresaron que no reconocerán si Morales gana la elección por ser una  candidatura ilegal y que expresamente han llamado a votar por cualquier otro candidato que esté legalmente habilitado, lo que tendría un efecto directo para que los que no tomaron una postura hasta ahora, lo hagan ahora y tomando en cuenta el elevado porcentaje de este grupo de electores, no es descabellado afirmar que se de una sorpresa el día de la elección, con Mesa en el primer lugar.

No obstante, esto sería insuficiente como para evitar el balotaje, en el que el candidato de Comunidad Ciudadana es amplio favorito, puesto que como el antecedente objetivo más próximo está el referéndum del 21 de febrero de 2016 cuando más del 51% del pueblo boliaviano votó en contra de Evo Morales.

Esto sin contar que el irrespeto a la voluntad del pueblo, le ha quitado por completo la máscara de demócrata a Morales y ha exacerbado los ánimos del ciudadano común que solo quiere vivir en democracia.

Otro factor, es que la máxima bandera de Morales -la recuperación del mar- no tuvo el desenlace esperado  por el MAS, además de los sentimientos negativos que desencadenó el incendio en la Chiquitania y la arrogante manera con la que el Gobierno de Morales  trató el mismo.

Obviamente también tendrían que contarse las alianzas o respaldos de los otros actores políticos, que todos apuntan a apoyar a Mesa, en tanto y en cuanto, el MAS siempre ha tenido la hegemonía del poder.

Así las cosas, la única posibilidad para que Morales sea reelecto, es el fraude que en esta ocasión no es solo el enunciado que siempre se lo saca a relucir en tiempo de elecciones, sino que es una fehaciente  posibilidad, puesto que el MAS ha cambiado a casi todo el personal de la anterior instancia electoral que se llamaba Corte Electoral, que tenía buen  prestigio y gozaba de gran credibilidad en el pueblo boliviano y que era con la que Morales llegó a ganar su primera elección.

El actual Organo Electoral Prurinacional con su brazo operativo, el Tribunal Supremo Electoral ha mostrado abierto favorecimiento por el candidato masista, con una serie de resoluciones que confirman su alineamiento al gobierno de Morales.

De hecho,  este ente que en sociedades verdaderamente democráticas, es un poder independiente, en el Estado Plurinacional, no lo es, puesto que obedeció mansamente una disposición de otro poder del Estado, como lo es el Tribunal Constitucional Plurinacional, entidad que desconoció el voto popular expresado en el referéndum del 21 de febrero de 2016 que expresamente negó la repostulación de autoridades por más de un periodo de gobierno.

Conscientes de esta situación,  ciudanos y partidos políticos  han creado herramientas informáticas para controlar el conteo de los votos, que es el momento que se cree, se comete el fraude, pasando automáticamente un porcentaje de la votación de un candidato a otro.

No obstante, no  se debería dejar de lado, la presencia y el control de observadores internacionales y delegados de los partidos políticos, en el mismo centro de votación donde se hace el recuento informático, puesto que si bien los partidos harán su propio recuento, el TSE continúa siendo el ente autorizado para decir quien es el ganador de la elección y borrar una huella informática para una posterior auditoría, es una cosa de niños.

Finalmente es necesario señalar que esta ha resultado ser una elección atípica que no la veíamos en Bolivia, desde la década del 50 cuando la elección la manejaba a su antojo  un solo partido político, con las consecuencias que ello conlleva para la democracia.

Solo queda esperar que prime la cordura y se haga una elección limpia, porque lo contrario, como lo han adelantado los cabildos, podría llevar al país a enfrentamientos fraticidas que nadie quiere.

  • * Javier Vega es presidente de la Asociación de Periodista de Tarija

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