Una deportista tenía problemas en la rodilla y se le acercó un hombre que aseguró ser profesor en esas canchas, y tras ganarse su confianza, la llevó a su casa para someterla, pero justo le entró una llamada y esto distrajo al agresor, lo que permitió que la víctima pueda huir.
Pero antes de ayer terminó el juicio oral, público y contradictorio contra este sujeto, y la justicia lo condenó a 10 años de cárcel a cumplir en el penal de Morros Blancos, informó el Fiscal de Materia, Diego Toro.
Los Hechos
Ocurrió hace un año, cuando tras su entrenamiento por la zona de la García Ágreda, la joven sintió molestias en sus rodillas, por lo que se le acercó el sentenciado para ayudarla.
Tras ganarse su confianza, este le ofreció curarla en su casa, donde supuestamente tenía pomadas para esos dolores, ella accedió y se fue a la casa el hombre.
Una vez ahí, el depravado la convenció de quitarse la polera, y comenzó a mostrarle vídeos pornográficos, también le hablaba de temas sexuales y comenzó a besarle la mejilla y el pecho, también le tocaba sus partes íntimas.
Pero en ese preciso momento, sonó el teléfono del hombre, quien la dejó y se alejó para conversar, por lo que ella pudo aprovechar ese momento para huir y posteriormente avisar a sus padres.
Fue así que se inició el proceso contra él, y tras el juicio oral, público y contradictorio, la justicia determinó darle condena de diez años de prisión, concluyó el fiscal Toro.
Mario Enrique Espinoza
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