De un tiempo a esta parte hemos podido observar a través del programa Mochila Segura que en unidades educativas de nuestro departamento fueron detectados elementos para consumir marihuana como pipas artesanales y otros, lo cual hace presumir que nuestros estudiantes se encuentran permanentemente asediados por redes de micrográfico, para evitar el consumo de sustancias adictivas, todas las unidades educativas deberán implementar programas preventivos en materia de adicciones que incluyen alcoholismo y el consumo de tabaco, sin embargo, es importante prevenir el consumo de sustancias adictivas en la niñez y adolescencia, así como la comercialización, tenencia y distribución de estas en el ámbito escolar.
Con estos antecedentes descritos es muy importante para padres de familia y docentes ser muy observadores con la conducta de los jóvenes, ya que es notorio el cambio de hábitos que realiza un consumidor que empieza a aislarse de los amigos, a ser menos comunicativo y a tener actitudes diferentes a un modo de relacionamiento convencional.
Uno de los indicadores casi infalible que deben percatarse los padres de familia es el olor característico de la marihuana que tiene un aroma similar a goma quemada, y los jóvenes para tapar ese olor empiezan a utilizar lociones muy fuertes de manera que se pueda neutralizar el olor característico de la misma.
En el caso de los docentes que tengan sospecha o conocimiento de algún alumno es importante con inmediatez haga conocer a sus familiares, lleven al alumno a la dirección del establecimiento o a un lugar en que pueda estar bajo la observación de una persona mayor y mientras llegan sus padres pedir ayuda profesional de manera que tanto el joven como los padres puedan recibir una orientación adecuada.
Con respecto a las consecuencias el alumno debe saber que la escuela y su familia se preocupan por su salud, pero también requiere asumir las consecuencias de sus actos, hagan conocer las medidas que se aplican en estos casos.
Es importante combatir el micro tráfico en nuestra ciudad ya que las escuelas no están exentas de esta amenaza tal como lo observamos en los planes Mochila Segura por lo tanto la vigilancia debe ser permanente y es la tarea que nos plantea la nueva realidad, por ello junto a la FELCN, fuerza especial de lucha contra el narcotráfico, hemos emprendido una lucha frontal contra este flagelo de manera que se pueda erradicar la amenaza en los establecimientos educativos.
En el caso de los padres de familia es necesario que oriente a la familia para que atienda a su hijo y no pretenda enfrentar a las personas que pudiera haberle provisto droga a su hijo, es muy importante denunciar ante las autoridades competentes, por razones de seguridad y para evitar que más jóvenes caigan en sus garras.
Las redes de tráfico son gente que debe ser considerada de alto riesgo, por lo que no trate de enfrentarse a ellos, llame a la policía y comunique sus sospechas, que nosotros nos encargaremos de realizar las investigaciones y la lucha contra estas organizaciones criminales, en el centro educativo, deben seguir las instrucciones de la unidad especializada de la policía, la denuncia será de manera anónima o a denuncia de un particular, manteniendo en reserva el nombre del denunciante.
Lastimosamente no solo puede darse el consumo de sustancias prohibidas en los establecimientos educativos, sino también se tiene el riesgo de que los alumnos sean reclutados por el crimen organizado para poder participar en diversas actividades relacionadas con la venta y distribución de sustancias controladas, al interior de los colegios por lo que sugerimos la capacitación de los docentes y la acción corresponsable de las instituciones comprometidas con este tema, asumiendo con mucha responsabilidad la tarea de educar al niño sobre esta problemática.
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