Nunca te des por vencido

Ventura del hombre trazar sus metas hasta encontrar  triunfos y coronarlos con un galardón (trofeos y medallas), en el deporte, escuela, colegio y universidad, en instancias particulares y en la familia, pareciera que la orientación del hombre (hablo del hombre como especie humana, por cuanto no me referiré al “hombre y la mujer”, al y la “deportista”, “diputado y diputada”, etc.…), está dirigida tan solo a conseguir éxitos tales que le reditúen trofeos y medallas.
Ayer observé detenidamente bajar varias cajas muy grandes llenas de trofeos que tenían destino de la Dirección Departamental del Deporte, cuan inútiles se veían aquellos símbolos de triunfo y motivo de competencias esforzadas con riesgos y preparación de meses años y décadas. Que desazón… ver una gran caja con objetos inertes y deslucidos, sin embargo cuando estén enderezados en las mesas de premiación, serán el motivo por el que lucharán ciclistas, futbolistas, tenistas, basquetbolistas y otros “istas” deportivas, para conseguirlos, después quedarán en una vitrina mostrándose como mudos testigos de logros conseguidos. Recuerdo los de mi padre como futbolista e integrante de la Selección Nacional allá por los años 50, trofeos, diplomas y medallas que después de su muerte están llenándose de polvo y muchos de ellos convirtiéndose en chatarra. ¡¡Muy pocos lo recuerdan!!
Hoy a parte de los trofeos existen recompensas económicas que por lo menos son disfrutadas por quienes los obtienen, cuan distintas eran las luchas de aquel entonces con amor infranqueable a la camiseta y a su patria como a su pueblo al que representaban, hoy, la tecnología, alimentación suplementaria, concentraciones y premios en moneda le han dado otro nivel a las competencias para lograr obtener uno de esos trofeos.
DIPLOMAS
Pero no solamente son trofeos los que busca el hombre, también va por detrás de los diplomas o títulos académicos, que le dan el valor necesario a la profesión adquirida con largos años de estudio, desvelos y trasnoches pegados a los libros y actualmente a la computadora que muy brevemente adiciona los anteojos a los estudiantes, antes no existían pantallas y nuevos sistemas de estudio como los de ahora.
Estos son otros trofeos que le dan valor agregado a la ocupación (profesión) que desempeñan los hombres en el entorno de la sociedad y el medio que habitan, todo, después de grandes esfuerzos, privaciones e inversiones, que muchas veces no son entendidos por quienes aspiran a llegar a la meta trazada.
De todas formas, la carrera está siempre tras uno de esos trofeos, que después cuelgan inertes en una pared o llenan los muros de consultorios, bufetes y estudios. Cuanto esfuerzo se emplea para todo ello, hace tres años fui testigo de la preparación, elaboración y defensa de una tesis de grado (la de mi hija), noches de luchas y desvelos hasta el amanecer con participación de toda la familia, amigos y compañeros, esforzándose hasta ver la claridad del nuevo día, todo por la obtención de un título que también es un trofeo por el que corren los que buscan una ruta segura y un Norte fijo en su vida, cuanto esfuerzo y sacrificio que muchas veces no es reconocido ni calificado y en muchas otras ocasiones, por una pequeña locura es arrojado por la borda gracias a un pequeño desliz, para llevar a repetir durante todo un año, los esfuerzos realizados en la gestión ocupada.
CICLÓN es una muestra profunda de estas meditaciones, perjudicado, engañado, presionado y con una sola ambición, alcanzar el máximo trofeo nacional. Ser parte de la liga del Futbol Profesional Boliviano, si logra alcanzarlo, posiblemente el pago sea el abandono de la hinchada como sucedió con Unión Central, para que lentamente vaya muriendo en su propio éxito hasta llegar al descenso como ocurre con los equipos pequeños.
CONSEJOS
Un dilecto amigo solía decir que el verdadero éxito en la vida radica en controlar la propia mente. “Los débiles solo hablan, pero los fuertes actúan. Es necesario creer firmemente en tener el coraje de mantener las ideas, aunque esto signifique decepcionar a los que nos rodean. -El éxito no se mide por las metas alcanzadas sino por los escollos vencidos-. Gracias a la disciplina se alcanza éxito en la vida. Es necesario creer en la disciplina, paciencia, libertad individual y fundamentalmente el respeto a las ideas y a las personas. Sé que debemos tener el valor de enfrentar los desafíos en nuestro camino al éxito y que ese camino esté definido y moldeado por nuestras propias perspectivas de la vida, por lo tanto nuestra escalada hacia el éxito, es un sendero personal e individual tomados de la mano de Dios” (Dr. Arturo Isaías Lema del Pozo).
Palabras profundas de un veterano filántropo tarijeño radicado en Estados Unidos de Norteamérica que elevan las ansias de poder alcanzar metas que uno se propone y que por falta de estima personal, muchas veces quedan frustradas a medio camino, reflexiones que pueden levantar al caído cuando tropezó en su empeño, que pueden constituirse en el bálsamo para las heridas conseguidas durante la carrera, o que son un madero cuando te encuentres solo en medio de la mar como náufrago que no sabe qué dirección tomar, con estas consideraciones podemos empujar el carro hacia adelante cuando nos sintamos decaídos y a punto de desfallecer.
BIBLIA
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? corred de tal manera que lo obtengáis. Todo el que lucha de todo se abstiene; ellos a la verdad para recibir una corona corruptible, pero nosotros una incorruptible” (1ª Cor. 9: 24).
Carta escrita por el apóstol San Pablo estimulando a quienes tienen desafíos a encararlos con mucho sacrificio, pensando en el trofeo, la medalla o el diploma que le espera al final del camino, que solamente es un peldaño para abrir otra puerta con una otra meta a alcanzar.
Aún podemos acudir a otro consejo bíblico que tiene mucho de profundidad y enseñanza, “Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carera, ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios el pan” (Eclesiastés 9: 11).
No es fácil alcanzar un trofeo, una medalla o un diploma, el que logra hacerlo, trate de conservarlo, y busque las formas de no dejar que el hollín, el polvo y el olvido hagan chatarra o basura de los mismos, no se los conserva con lustrarlos permanentemente o haciéndoles un marco con vidrio traslucido. ¡¡No!! Se los conserva con un espíritu de lucha permanente, como decía mi padre (periodista y radialista), «Aún cuando estoy viejo y en silla de ruedas, no me quitaron las manos, por cuanto puedo escribir (tenía 83 años), mi voz está quebrada pero puedo enseñar a otras generaciones lo que es hacer radio, mientras tengo un hálito de vida podré transmitir lo que aprendí en años de trabajo”, decía el viejo lobo del micrófono.
Quiero cerrar con una figurita que me impresionó, una garza trataba de comerse un sapo, este tenía la cabeza y medio cuerpo dentro del pico del ave, pero con sus manos atrapaba el cuello de la palmípeda y una leyenda a su lado decía, ¡¡…“NUNCA TE DES POR VENCIDO”…!!



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